En El Granero recibimos muchas preguntas relacionadas a quiénes se recomienda la práctica de la Equinoterapia. Y la respuesta es que, una de las mayores ventajas de esta terapia, es que se recomienda a todo tipo de discapacidad o enfermedad. Por supuesto, hay matices. La Equinoterapia propiamente dicha consiste en lo beneficios que aporta el movimiento tridimensional del paso del caballo a quien lo monta. Pero la Equino-terapia (terapia con caballos) también implica diferentes acercamientos terapéuticos que exceden la monta. La Equinoterapia también se realiza desde el suelo, desde la silla de ruedas e, incluso, desde una camilla móvil. Son tantos los beneficios que ofrecen los caballos, que sólo por entablar una relación con ellos, ya pueden marcar una diferencia.
De acuerdo con las investigaciones científicas que se plantean hasta el momento a través de la Federación Internacional de Rehabilitación Ecuestre y de las diferentes prácticas terapéuticas que se vienen llevando a cabo en diferentes países del mundo, la Equinoterapia está especialmente indicada para diferentes tipos de Parálisis -completas o no- y Síndrome de Down (en estos casos será recomendado realizar un estudio específico para detectar o no si el paciente padece en su diagnóstico subluxación atlanto-axial, ya que de confirmarse los rogramas de Equinoterapia se deberán adaptar a los cuidados que este diagnóstico presenta).
También está recomendado para pacientes con: Esclerosis múltiple, Trastornos Generalizados del Desarrollo como Autismo, Psicosis y Síndromes asociados, Mal de Alzheimer y Atrofia Cerebral entre otras patologías neurológicas, además está indicada en Trastornos Ortopédicos y Traumatismo en general; problemas Reumatológicos como: Artritis y Artrosis.
En algunos cuadros clínicos como: luxación de cadera, o de primeras vértebras del cuello, tumor en la columna se limitan los ejercicios sobre el caballo pero eso no significa que no pueda realizar Equinoterapia.
También se están aplicando Programas específicos de Equinoterapia para pacientes con enfermedades no deshabilitantes como: Asma, Alergias, Estrés y Depresión. No obstante a la hora de comenzar con el Programa, la consulta clínica es fundamental para realizar un abordaje integral que refuerce y complemente el tratamiento terapéutico que el paciente viene llevando a cabo.