Tener hijos implica un esfuerzo constante para intentar descubrir qué necesita cada uno en cada momento para que puedan crecer sanos, forjando una personalidad fuerte y con una sonrisa en la boca. Todas las familias -aquellas que tienen un miembro con discapacidad y las que no- enfrentan desafíos, algunos más complejos, otros menos complejos, pero todos damos lo mejor de nosotros mismos para ver a nuestros hijos felices.

La presencia de una discapacidad en alguno de los miembros de la familia, produce un impacto que afecta a todos de alguna manera. Aunque esta situación parece difícil de manejar, la familia es el principal núcleo que debe buscar la inclusión de la persona con discapacidad, promoviendo la aceptación en su entorno.

Las relaciones familiares se forman desde la infancia, consolidándose a medida que pasa el tiempo, y son las que van a determinar de manera significativa la personalidad de los hijos.

Los hermanos ofrecen esa primera relación de pares, cuando somos niños, volviéndose una de las mejores conexiones en los seres humanos, y que se mantienen durante toda la vida.

Los hermanos de un niño con discapacidad también van a experimentar sentimientos que podrían ser difíciles de entender por el resto de las personas, debido a que observan las diferencias de su hermano con el resto y consigo mismo, lo que podría traerles dudas, conmoción, y conflictos emocionales.

Sentimientos que presentan los hermanos de un niño con discapacidad

  • Celos: Estos pueden aparecer cuando los padres dedican más atención al otro niño. Siendo este un sentimiento normal en todos los niños, ya que normalmente los padres dedican más tiempo a alguno de los niños, por naturaleza, sobre todo aquellos que requieren de algún apoyo especial o presentan discapacidad.
  • Vergüenza: Cuando los hermanos se preocupan por lo que digan los demás, sintiendo temor de ser juzgado por tener un hermano diferente. Aunque es normal en muchos casos, los padres deben orientar al niño y enseñarle a ignorar cualquier tipo de señal discriminatoria.
  • Soledad: Puede aparecer cuando los padres están muy ocupados, cansados o desanimados, como para darle una atención al niño que no presenta discapacidad. Para erradicar este sentimiento, la comunicación entre los padres e hijos es vital.

Consejos para los padres

  • Tener en cuenta que para el niño sin discapacidad es más difícil que para los propios padres comprender la condición de su hermano.
  • Considerar que a medida que los hijos maduren comprenderán mejor la discapacidad: incluso pueden manifestar inquietudes e interés acerca del tema, por lo que los padres deben aprovechar estos momentos para informar y fomentar relaciones de tolerancia y comprensión entre los hijos.
  • Enseñarle al niño a transmitir apoyo a su hermano.
  • Realizar actividades que integren a todos los hijos: de este modo se les demostrará que todos son substanciales y que más que una familia pueden funcionar como equipo, reforzando así las relaciones afectivas.
  • Realizar planes a futuro: tomando en cuenta la opinión de todos los miembros de la familia, y tomando decisiones que tendrán repercusiones en su futuro.
  • Buscar apoyo psicológico: nada mejor que una opinión profesional, que oriente al niño a comprender mejor la discapacidad de su hermano y promueva una mejor relación entre ambos, así como también involucrar a los padres en ese proceso.
  • Dedicando tiempo a ambos por igual: para que de esta manera no se produzcan sentimientos negativos y todos los niños se sientan importantes, y se eviten dificultades en la relación con sus hermanos.

 

 

Fuente: incluyeme.com
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